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Mostrando las entradas de marzo, 2017

Entre la educación, el gallo y Mac DeMarco

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Si me viera obligado a describir la música de Mac DeMarco, diría que suena como a un Damon Albarn que sabe tocar la guitarra como Graham Coxon y goza más de un buen churro de mota que de un pericazo de speed... ahhhh y es fan del DIY. No se... a veces pienso que esta música no se hubiera hecho tan popular si no hubieran legalizado la mota en los E.U. pero vaya usted a saber. Ejemplo # 1 Así todo leeeeentito.... relajaaaaaaaado... con esas guitarritas suavecitas y las baterías tocadas quedito... y el tecladito setentero... nomás de oírlo ya me dio el monchis. Ejemplo # 2: A poco no ese video es lo que el personaje de Brad Pitt en True Romance estaría viendo, tumbado en el sillón de la sala, echando el gallaxo. Ejemplo # 3 Voy a dejar que la historia me desmienta, pero estoy convencido de que lo único memorable que va a lograr esta generación es inventar algún snack épico/sensacional que va a ser tan trascendente como el pan en rebanadas. Fuera de eso... ya ve

1996: el año en que la música existió.

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Creo que a veces olvidamos qué tan excepcional fue 1996. Lo olvidamos o simplemente no lo registramos, porque las fechas finamente se disuelven dentro de nuestras cabezotas junto con otros miles de datos inútiles. Pero basta con armar una lista inteligente en Itunes o una búsqueda por encimita en la internet para que vean de que hablo: Las disquerotas, vueltas locas por el boom de la escena alternativa, empezaron a firmas bandas a diestra y siniestra y a adquirir sellos oscuros emergentes. Todo en aras de encontrar al "próximo Nirvana". En 1996 todavía se ganaba dinero por vender discos, así que había dólares para repartir. Gracias a la tranquilidad que da el flujo de varo, muchos actos musicales pudieron relajarse un poco y embarcarse en búsquedas sonoras interesantes en vez de tener 6 trabajos para pagar sus vicios y sus rentas. Como resultado, muchos actos musicales florecieron y entregaron obras maestras entre 1994 a 1998. Sin Smells like teen spirit no tendríamos e

A veces cuando corro.

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A veces cuando corro pienso que mis piernas son lápices y mis pies las gomas, y con cada zancada, la goma poco a poco se va gastando... ¿Será? de verdad espero que no. Voy a cumplir 8 años de correr por lo menos 2 veces por semana y aun no se de ningún tratamiento para reemplazar las piernas.  Los últimos 2 años he cambiado las calles por las caminadoras. No es el mismo esfuerzo, pero por lo menos todo está más bajo control: no tienes que estar esquivando cacas, ni preocupándote de si llueve o hace frío o hay contingencia ambiental. Me gustaba la idea de recorrer la distancia de manera física y alejarte o acercarte con cada paso, y no sólo estar sudando sobre una banda transportadora como si fuera un hamster o algo así, pero no siempre se puede tener todo lo que uno quiere. Hoy corrí en la calle y escuché esta belleza como 10 veces: Supongo que ustedes fancy people escucharán su música mientras manejan... o en su Uber  camino a la fabrica de dinero de la que son dueños