Estoy en casa
Yo lo elegí por la vista y la pioja escogió las cortinas…. Hay una escuela a media calle, por lo que todos los días a las 6:50 am, salvajes claxonazos propagan el animo apurado de las señoras en troka, y el descontento de los microbuseros que padecen la falta de pericia de esas mismas señoras para estacionarse correctamente. Minutos después sigue la vecina de arriba, que por alguna razón va todos los días al trabajo calzando suecos. Su perro de garra larga larga salta y ladra para despedirla. Cuando el perro se calla la secadora de pelo de la pioja inicia su recital matutino, luego viene el mister del gas que grita “Chaaapuuuultepeeeeec” con una voz cavernosa y melancólica. Después… sabroso silencio y la cama para mi solo. Desde la cocina se ve la escuela de natación que esta a la vuelta de la casa: hay un letrero que versa “no se haga pipí en la alberca” . El agua se ve calma y cristalina, su movimiento irregular relaja y si no hay gaseros ni sinfonía de claxons puedes oír el delica...