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Mostrando las entradas de noviembre, 2013

Aquí si se discrimina...

Ayer soñé que visitaba una tienda de discos. Era un lugar magnifico, con pilas y pilas de títulos desconocidos, esperando a ser escuchados, y ni una copia de "Luis Miguel Boleros" en kilómetros a la redonda. La tienda estaba en un segundo piso, detrás de algo que nunca supe que era, dentro de una plaza que no pude reconocer.  Ya que desperté no logré recordar si esa tienda era un lugar que estaba imaginando o algo que en algún momento existió. Me pasa seguido que sueño con tiendas de discos que pueden o no haber existido. A mi edad los recuerdos y los sueños comienzan a confundirse, porque ambos se sienten igual de lejanos. A lo mejor soñé con ese lugar porque hace poco batallé mucho para conseguir un disco (que finalmente terminé pidiendo a amazon) y me la pasé yendo de una tienda a otra sólo para no encontrarlo. El asunto es que en mi peregrinar pude notar que poco a poco la sección de discos se va haciendo más pequeña, y que las pocas tiendas que quedan están cerrando

Viejito Quejumbroso

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Llegar hasta el día de hoy, sobreviviendo incontables accidentes automovilísticos, asaltos a mano armada, hospitales, arrestos, corretizas de las juventudes pejistas y enfermedades de cualquier tipo, me ha ganado un derecho muy especial:  Ahora que tengo 39 puedo, si así lo deseo, puedo iniciar todas mis declaraciones con la frase "En mis tiempos…" y proceder a tirarle mierda a toda la juventiza babalucas que nomas parece existir para irritarme. Comenzare con lo básico: En mis tiempos, hablarle a la chica que te gustaba era un peeeeeeedo. Y no hago referencia sólo al hecho de armarse de valor para hablarle, eso sigue siendo un pedo hoy. El asunto en mis tiempos era que no había celulares. Todo era telefonía fija. Antes, el teléfono era, "El teléfono", algo que tenía un cuarto en la casa y que se debía compartir con todos los integrantes del hogar. Ahora cada quien tiene su propio teléfono, ¡en su bolsa! Mi sobrino de 11 años tiene su teléfono… fuck… Antes, cua

Render Perfect

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Tengo la certeza de que Barbara Mori no existe… Digo, seguro existe una persona en este mundo que se llama así y luce ligeramente parecida a todos esos pósters, espectaculares y telenovelas que andan por ahí. Pero una versión en carne de Barbara Mori… no, no, no... eso es una invención…. debe serlo, ¿no?.  Algo así como una de estas simulaciones 3D hiperrealistas que los arquitectos hacen para ilustrar como se va a ver un edificio una vez terminado. Esa mujer es un render:  cada centímetro de su estructura ha sido procesado, analizado retocado hasta el cansancio para eliminar cualquier resquicio de imperfección. Todo es tan simétrico, equilibrado, impecable que se vuelve mortalmente aburrido. Difícilmente la purificación casi científica hace algo bello y emocionante. Para ejemplo basta citar los gigantescos labios de Scarlett Johansson, no hay nada lógico en ellos, pero que chulada, ¿no? La pioja tienen unos labios parecidos. Pero regresando a Barbara Mori: se supone que es