Desconectarse
Tras 8 meses de asistir a un gimnasio, puedo afirmar con toda certeza que me he vuelto un 32% más tonto. No se como viva cada quien su experiencia de hacer ejercicio. Yo no lo hago por narcisismo, vanidad o algún afán de competencia, lo hago para controlar mis niveles de azúcar y para desconectarme. No hay más. Pero gracias al México que habitamos, correr en la calle se vuelve una labor casi imposible entre los niveles de contaminación, la lluvia, los conductores patanes y los dueños de perros que piensan que tienen el derecho de traer sueltos a sus pinches animales (así es, aunque no les guste son animales, muy amorosos y carismáticos y todo, pero animales al fin). Una de cada 5 veces acabas o con un clavo en el tenis, o lleno de tizne de los autos o correteado por algún perrazo, o con mierda en la suela del zapato. Sin embargo las otras cuatro veces que si puedes correr sin obstáculos, puedes dejar que tus músculos hagan el trabajo mecánico y tú puedes sumirte en tus pensam...