MINOENTENDER

Recuerdo que oí el primer disco de Crowded House gracias a que “Laurita” (la adorable tutora de mi niñez) me lo presto. Tuve ese disco durante semanas, y cuando llego el día de devolverlo, accidentalmente lo rompí (malditos acetatos). Cayo de filito al suelo, ante la mirada perpleja de la dueña. Fue una tristeza, pero gracias al accidente, pude conservar dicho disco, que aunque tenía rotas las canciones 1 y 2 tanto del lado A como del lado B, podía escuchar una y otra vez “dont dream is over”. La guitarra en esa canción suena tan rara, tan ....no se, ¿pastosa?, vieja, pero a la vez con cuerpo, como a disco de Trini López... no se. Obviamente no tenia ni idea sobre lo que hablaba la canción (en esos años yo no entendía ni papa de ingles) pero la melodía era tan pegajosa, tan conmovedora, que la música era lo único que tenia que entender. Con el tiempo, mi furor por Crowded House fue disminuyendo, en parte por que era difícil conseguir los discos aquí en México, y en parte por que empecé...

Creo que no es demasiado pronto para empezar a sentir nostalgia por los 90s, después de todo, fue una década divertida, y con muchas cosas dignas de ser extrañadas. En esos gloriosos tiempos en los que la Internet volaba a la supervelocidad de 56kbps, los discos de Pearl Jam no eran tan malos, los simpson solo pasaban los martes y yo era un estudiantillo mas del CUEC, un álbum maravilloso salio a la luz. Un disco que ha soportado el paso de los meses (jaja) y sigue siendo fundamental para entender la década. Con participaciones de Jon Brion y Matt Chamberlain, y producido por Andrew Slater, “Tidal” de Fiona Apple me sigue gustando harrrrto. Tiene algo que no puedo explicar o poner en palabras, pero cada vez que lo saco de su cajita, lo tengo que oír completo, (de hecho le regreso varias veces a “Never is a promise” justo en la parte que dice “You´ll say you understand, but you don´t understand” ahhhh que bonito, ¿cuántas veces me ha dicho eso una mujer? Ya perdí la cuenta.) Seguro...

Perfecto. Con el dinero en la mano, es tiempo de hacer la llamada. Deberás pasar por ella a su casa, (nada de citarla en el lugar, baquetón) El que pases por ella la hará sentir especial, y a ti te hará quedar como todo un caballero, puntos extra pues... El tener auto te facilitara un poco todo el asunto, pero si nomás no hay de esos al alcance, estima cierta cantidad para un taxi... Si, un taxi; A las chicas no les gusta el transporte publico, y menos cuando van a una cita. Sí tienen un mínimo de interés hacia ti, se habrán arreglado, aunque tú no lo notes, habrán pasado horas enchinándose la pestaña con una cuchara, planchandose el cabello para que se vea bello y natural, y escogiendo esa casual camiseta de SPR que las hace ver tan guapas; Sí después de todo lo que pasaron para embellecerse, tu pretendes pasearlas en micro y que se apesten a tubo de metro por ahorrarte 50 pesos, estas en el hoyo hermano, y desde ahorita te digo, que del metro no pasaras. Si llegas por ella a la ca...

Independientemente de los dolores de cabeza y corazón que puede involucrar este eterno asunto del ligue, hay un aspecto que es absolutamente inseparable de todo esto: el dinero. Ligar cuesta, a veces mas a veces menos, pero siempre habrá una cantidad de dinero involucrada, que, por si fuera poco, influirá en el resultado final de la contienda. Aceptémoslo, desde solucionar el asunto de la transportada, hasta el “que hacer” va a involucrar varo. Si eres un juniorsototote que goza de los privilegios de una mesada mensual, o simplemente las hadas de lo económico te tocaron con su varita mágica, las siguientes líneas no te servirán de nada; ve y gasta tu herencia en lo que mas te plazca y llena a las bellas féminas de cuanta cosa material merezcan, por que al final así es, ellas lo merecen todo. Pero, sí así como yo, eres un pranganon que anda contando sus monedas de 10 centavos pa pagar el micro, creo que lo que escribiré a continuación te interesara. Ok, hemos superado la etapa del con...

No se como llamarle a este fenómeno, pero es claramente identificable: Te dispones a ver una película, ya sea en el cine o en tu casa, no esperas mucho de ella, solo que te entretenga un par de horas. Mientras la ves, al tiempo que te diviertes pasa algo más: empiezas a encontrar algo en ella, lugares en los que sientes haber estado antes, diálogos que deseas de todo corazón aprenderte de memoria, el sonido de una bicicleta que viaja sobre un camino de grava, el seco frió del horrible sol del invierno. La película deja de ser una cosa puramente audiovisual para convertirse en un olor, en una textura, en un rayo de sol que te da justo en el rostro. Sin darte cuenta, te has empezado a enamorar de la película, aun antes de que acabe. Citando a Miguel Ángel Rivera: “ ... el director, ya te la dejo ir” medio brusco, si, pero profundamente cierto. A lo mejor tiene que ver con el hecho de que no esperes mucho de la película, y te encuentres en un estado de atención “no prejuicioso” por llamar...