Spoiler Alert

Pues me arrastraron a ver “Soy Leyenda”... bueno, no me arrastraron, me ofrecieron un intercambio justo: Sí yo accedía a a ver esa película, yo luego tendría autorización para ver todas las de Winona Rider, Jennifer Connelly, Heather Graham y Jessica Alba. Sobra decir que me pareció un trato justo, así que acepte, y me callé cualquier comentario sarcástico durante la proyección. De igual forma, renuncie a mi derecho de criticar la película en este blog. Así que no podré decirles lo que realmente opino de esa cinta. Puedo decir que es un refrito de “The Omega Man” y que el perro se muere a la mitad, pero supongo que eso se adivina desde el principio. Puedo decirles que Will Smith se sacrifica al final por el bien de la humanidad, pero su muerte no es tan emotiva como la del personaje de Clive Owen en “ Children of Men”. Y ya, creo que el trabajo que mas me gusta de Francis Lawrence sigue siendo “I am a Slave 4 U” con la “Golden Age Britney” que cada dia se ve maaaaaaaas lejana. A este paso, cuando realmente acepte posar en Playboy, ya a nadie le importara. Pero nada de esto es sobre lo que se trata esta entrada. 

Esta entrada es una advertencia: He notado, que la gente que ve “Soy Leyenda” es afectada por un terrible e irrefrenable impulso por adquirir discos de Bob Marley. Seguro hay algún mensaje subliminal insertado en la cinta que genera estos extraños deseos ( y que me parece perfectamente lógico luego de saber como fue oscuramente manejada la carrera de Marley; ya veo a sus siniestros seguidores amenazando, pistola en mano, al pobre Francis Lawrence, diciéndole “ma´an put this shit on”)

El asunto es, que si usted no desea adquirir cumbia jamaiquina, pues no vea la película, por que seguro saldrá del cine como los zombies que exigen “braaaains”, pero clamando por el “legend” o algo así. Si a usted ya le gusta Marley, y ya tiene algún disco de el, pues no creo que pase nada, salvo el hecho de que saldrá de la película con mas preguntas que respuestas.