De libros y libreros.

La popularización de los dispositivos digitales capaces de mostrar PDFs o textos electrónicos, tienen a los más clavados puristas llorando el acabose de los libros como atesorable objeto. Lo siento, pero ese escenario de manipulación no se los voy a comprar. Los libros, afortunadamente, no son como los cds. (Todavía no puedes ir al tianguis a comprarte por 10 pesitos todas las obras de Arthur Conan Doyle o de Pessoa, siendo la palabra operativa "todavía".... ¿verdad?).
Sean honestos, ¿A poco van a exhibir en la sala de su casa su disquito pirata en sobrecito de plástico con el PDF del Ulysses de Joyce? a huevo que no. Quien lo posea (que no es lo mismo que quien lo haya leído), lo va acomodar justo al ladito de la foto de su primera comunión y de la medallita del Nike 10k; Cuando alguien acaba (o dice que acaba) un libro de 1,000 paginas siente la obligación de presumirlo.
La gente presume sus libros, los exhibe cual trofeos de caza, los haya leído o no. Hay esta estúpida creencia popular de que alguien que da la apariencia de leer mucho es un ser mesiánico superior dotado de todas las herramientas para triunfar aparatosamente en la vida: Leer mucho te hace una mejor persona. Vas a un despacho de abogados y ahí están todos estos libros elegantemente encuadernados en piel, perfectamente acomodados en hermosos libreros de nogal de 100 años, como recordatorio de "nosotros leemos mucho, arrodíllese y alabe". Yo he conocido a muchos abogados, y pocos son buenas personas, mucho menos seres mesiánicos.
Tengo conocidos que dejan ahí casualmente sus libritos de David Foster Wallace en la mesa del comedor cuando los visitas, así como diciendo "En esta casa la literatura es como los plátanos: la tenemos en los fruteros para no estirarnos hasta el librero mientras nos administramos nuestra dosis diaria de metamodernismo acompañando nuestros chococrispis (o avena orgánica, dependiendo de en que colonia vivan)... goueiiiii! (Por eso les digo "conocidos" y no "amigos"). 
Hay gente que lee mucho que no vale un cacahuate, y gente que no abre un libro ni aunque tenga dinero adentro y son a todo dar.
Cierto, el lenguaje es lo que estructura nuestro pensamiento y generalmente un lenguaje amplio es sinónimo de un pensamiento ágil y preciso... pero los libros no son la fuente única y primigenia de conocimiento. Son, como muchas otras cosas en este mundo, una herramienta.
Leer las palabras de un libro no es lo importante, lo que importa es como esas palabras interactúan con tu pensamiento.
En un mundo ideal, leeriamos un libro, aprenderiamos de él lo que haya que aprender, y se lo dariamos a otra persona, para que sea enriquecida de la misma manera. Sólo que no hacemos eso. Leemos nuestro libro y luego lo exhibimos como un tesoro, aunque muy probablemente nunca lo volvamos a abrir.
Yo soy así: tengo mis libritos que leo y releo y adoro ver como objeto, porque el encuadernado es hermoso, o la portada hace volar mi imaginación, o hay ideas que encuentro años después, cuando soy otra persona, y los conceptos me afectan de otra forma o los entiendo distinto. Pero hay un bonche de libros que jamas voy a abrir de nuevo, y ahi estan, enchuecando el aglomerado de mis libreros. 
Los libros no van a desaparecer jamas, porque el grueso de la gente jamas entenderá que los libros se presumen en el pensamiento, y no en los libreros, y por más terrible que eso suene, no es para nada, algo malo. 
Y aprovechando el tema, díganme si realmente es necesario que lea Ulises... porque son como 1,000 hojas... y en una de esas si me espero a la película... pues mas mejor...

Comentarios

Y hoy en día, con el frenesí del selfish, digo, del selfie, miles de personas se toman fotos con sus libros, posando coquetísimamente, como si los libros fueran accesorios Channel, Oscar de la Renta, tratando de encontrarse un ángulo mas "intelectual" y cachondito y así marcar que son personas inteligentísimas y por ello valiosas y deseables. Yo siempre he creído que si la gente así hubiera entendido la mitad de los libros que presumen haber leído, no estarían presumiendo... Gracias, por escribir esto.
flspectro dijo…
Yo quise leer el Yulaises hace como un año porque lo ví en la librería y estaba bara aunque fuera un librote. Pero me pasó algo bien etztraño: cada que me ponía a leerlo no podia evitar pasarmela carcajeando hasta las lágrimas de lo bien cabrón que era el Joyce para escribir y lo trivial que son las situaciones. Algo totalmente absurdo y cómico como si pusieran a un Carlos Fuentes con medio litro de tequila encima a narrar un video de caidas o algo por el estilo y qeu lo disfrutara honestamente.

Lo que sí tenía Joyce es un flow bien dinámico que ya quisiera cualquier rapercito de barrio bien acá; todo el tiempo parece que están cantando las palabras. Entonces... jajaja... me aventé 100 páginas y no le entendí nada pero me ponía de buen humor cada que lo agarraba. JAJAJA... Más barato y más sano que aventarme unos churros con chocolate... y también menos munchies. JAJAJA
Juan Evers dijo…
Pandemia:
Exacto!
Gracias por pasar acá!!

Flspectro:
Ok, lo voy a leer
Gracias por visitar!!!

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