Ch-ch-change....


Este disco lo espere con impaciencia, lo pre-ordene en Amazon y tenia marcado en mi calendario el día exacto en el que me lo mandarían.
Nunca he sido muy adepto a escuchar por adelantado algo de un disco que espero con ansia, si ya conozco a la banda, y me gusta, lo compro a ciegas, para no prejuiciarme. Pero con este disco no pude resistir y baje de Internet el sencillo: Fue un grave error, de inmediato note que el sonido de la banda era distinto, Jim James cantaba raro, y la batería se oía clarito clarito. ¡Y había teclado!. Inmediatamente me di cuenta de mi error, y borre la canción de mi disco duro. Me hice a la idea de no oír nada mas del disco nuevo de My morning jacket hasta tenerlo en mis manos..
Cuando el cartero toco a la puerta con mi cajota de Amazon casi lo beso (ejem, ejem), pero no era para menos, la espera había sido insoportable. Me hice a la idea de esperar aun un poco mas y oír el disco hasta la noche, pa evitar interrupciones.
La hora señalada llego, 11 p.m., prendí velas, me puse la pijama, me acosté en mi cama y me revente de corridito el “Z”. Mi sensación tras la primera oída fue de franco desconcierto: ¿queeee peeeedo?, ¿que diantres les paso?, “¡¡esta no es la banda de la que me enamore!!”
Lo voy a aceptar aquí, frente a mis compañeros bloggeros, si me sacó de onda mal plan: No había grillitos, ni banjo, ni reverb desmedido, ni sonido de estática en la grabación, Todo se oía fuerte y claro, Jim James no cantaba con falsete, había tecladitos onda manchester y todas las rolas eran mas bien rapiditas y rockeras, pero a la vez tenían largos intermedios instrumentales, un poco como el “it stills moves”, pero mas ambientosas, no se, lo opuesto absolutamente al “The Tennessee fire”, que fue el primer disco de MMJ que tuve. Para ser honesto me sentí triste, por un momento mi corazón se sintió como arbolito de navidad en marzo.
Lo escuche otra vez al día siguiente, con mas calma, regresando los pedazos que no llegaba a entender con claridad, tratando de entender lo que la banda había querido hacer, pero sobre todo, pensando en que esta era una banda nueva, no la banda que escuche durante muchas noches en mi casa, o en mis audífonos durante algún viaje, esta era una banda nueva, que curiosamente compartía vocalista con la otra, y había sido producida por el maravilloso John Leckie. Una banda que sonaba a Sigur Ros de granero. Y el fenómeno se empezó a dar, el disco me empezó a atrapar.
Una receta que a mi siempre me ha funcionada, es oír primero el ultimo track del disco, que generalmente es una canción mas personal e intimista para la banda, y te muestra muchas veces un lado un tanto desconocido pero interesante del grupo (vaya siempre la ultima canción de un disco es como las ultimas paginas de un libro, es donde se soluciona todo pues) Y debo decirlo, “Dondante” es una de las mejores canciones que he oído en muuuuucho tiempo.
Finalmente, y después de un par de semanas, mi proceso de adaptación concluyo, y después de asimilar que la banda de la que me había enamorado había desaparecido, o más bien crecido, así como el niño desparece para darle espacio al adolescente. Recibí gustoso pues al embarnecido MMJ.
Siempre se agradece más un grupo que busca y encuentra, que uno que solo se repite y busca la solución cómoda. Ya espero ansioso su siguiente disco.
Asi pues, por el poder de blogspot “Z” de My Morning Jacket, disco de la semana, en este 2006 que apenas inicia

Comentarios

Anónimo dijo…
haces del disfrute un arte, lo de las velas... bueno que exagerado.
·MaRySouL· dijo…
todo un ambientalista es él jejeje... ¿que no basta con simplemente cuajarse uno en su cama y ya?... no. Creo que no.

saludillos

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