Traumas de Juventud, Vol.- 1

Me acobarde, lo confieso... el reto se planteo entre chela y chela: El papayin, Jovas y Betty Gutty me retaron a correr 5 kms en menos de 40 minutos. Sí lo lograba, ellos me daban $600, si no, yo tenia que pagarle a ellos la misma cantidad.

Todo este asunto se motivó por que Betty Gutty corrió exitosamente su primera carrera de 10kms el sábado y llego en 15avo lugar.  Para alguien que hace 2 meses ni siquiera figuraba en el universo atlético, supongo que es un triunfo inmenso, así que la comitiva, inyectada todavía de adrenalina me retó. Yo como buen y tonto hombre, acepté el reto, pensando en cuantos discos podría comprarme con esa lana.

Según transcurría la velada, me puse a pensar en esta situación con un poco mas de detenimiento. ¿cuántas veces en mi vida, había corrido 5 kms? , esto en una carrera en forma, ser correteado por perredistas no cuenta. La respuesta llego de manera instantánea: Ni una sola vez.

La única vez que me he visto involucrado en una justa atlética de este tipo, yo habré tenido 12 años. El maestro de educación física de mi secundaria decidió llevarnos a correr 2 kilómetros al parque Naucalli. Era sábado por la mañana, y mi madre por alguna extraña razón se mostraba notablemente emocionada con el acontecimiento. Invito a algunas tías que vivan por el rumbo y a algunas amigas suyas a ver la carrera: “Juanito va a correr”, le decía a todo mundo. Sin que yo lo quisiera, o lo esperara, esto se había convertido en una competencia, y no en un eventillo mas de la escuela.

Llege al Naucalli con mi nutrido grupo de seguidores (tarde para variar, gracias a que mi mama se había arreglado para la ocasión... yo creo que ni me bañe ese día, jaja). Me acomodaron con mis compañeros en la línea de salida y nos explicaron el recorrido: ida y vuelta por el costado norte del naucalli, hasta un árbol grande al final del enrejado, luego de regreso por la misma ruta, 1 km de ida, 1 km de vuelta, una subida pronunciada que de regreso se volvería bajadita y al final la gloria olímpica, o al menos naucallistica.... Estaba papita.

“En sus marcas.... listos.... fuera”  el nutrido contingente del colegio primero de mayo comenzó el trayecto. Yo, ubicado hasta el final del pelotón me canse de ir trotando al paso de los demás y después de 200 metros decidí adelantarme. El profesor que guiaba al grupo  me gritó: “mantén tu ritmo, te vas a cansar antes de llegar”-- pero yo hice caso omiso y continué con mi sprint dejando atrás al grupo. ¡estaba en primer lugar! Pase cerca de la malla metálica desde donde mi familia me veía correr y todos aplaudieron. Juro que vi lagrimas en los ojos de mi madre, lagrimas de orgullo, de satisfacción. Yo seguí adelante, corriendo como el viento, embriagado de poder y triunfo.

Hasta que llegue a la subida...

CONTINUARA...

Comentarios

Anónimo dijo…
Que divertido, y que lindo eras de niño.

Ya quiero la segunda parte.

Jova.
Egoista dijo…
Quiero esa playera, ¿me la vendes?

...no, olvídalo, no tengo dinero.

Por cierto, felicidades por tu graduación, yo hace como una semana encontré entre mis papeles una postal (con la imagen de Gabriel Porras) que me dieron cuando la fui a ver la cineteca de Mérida.

Saludos.
No le saques. Que sean 5 KM en una hora. Vale la pena recordar glorias de antaño y recuperar la capacidad cardiovascular. Tu dices cuando y donde... Piensa en los discos y en esas lágrimas de orgullo que alguna vez brotaron de los ojos de tu Mamá. IMPOSSIBLE IS NOTHING... Que chacaaaaaaaaaaaal. Está super chida tu hazaña de la infancia...Pero no le saqueeeeeeeeee.
Juan Evers dijo…
Jova:
el de la foto no soy yo, aunque la playera esta de fabula

Egoista:
Yo tambien quiero la playera!!! y que viva Merida

Ame:
No

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