The things we make...
Muchas veces la música es una compañera fugaz, como una novia que tienes en vacaciones: Hay un momento en el que todo vibra y tu vida se ilumina, luego ese momento pasa y cada quien continua su camino. Justo asi pasa con algunas canciones. Algunas te toman por sorpresa, te intoxican, te enamoran. Las escuchas un millón de veces en un millón de situaciones y con un millón de amigos, Y pasado el tiempo dejas de escucharlas. Seguramente cuando las reencuentres te traeran muchos buenos recuerdos y tu corazón bombeará un poquito más rápido. Basicamente, cuando compras un disco estas comprando recuerdos o la posibilidad de generarlos alrededor de una tonada. Y esa es la razón por la que me frustra tanto no tener un disco cuando lo quiero. Las canciones deben tener un momento especifico en tu vida. No es lo mismo descubrir ahora en el 2009 que Nirvana era una banda de huevos, a haber tenido la posibilidad de compartir con tus amigos "Smells like teen spirit" en el estacionamiento de...