Bourdieu y la pesadilla cinematográfica

De repente estoy de vuelta en el campus de la UAM-X. La coordinación de la carrera de comunicación social me ha contactado para dirigir una película "bio-épica" sobre la vida del sociologo frances Pierre Bourdieu. 
La oficina de rectoría está tal como la recuerdo, al igual que el campus. Frente a mi, hombres canos y barbados que no conozco me hablan sobre el proyecto y sus alcances. Mientras me describen su visión, poco a poco caigo en cuenta que lo que pretenden es que yo dirija una especie de película a la Guy Ritchie en la que los personajes, todos sociólogos y semiólogos, deben ser super cool, (onda "Sherlock-RobertDowneyJr-Holmes") 
La instrucción es que debe haber muchas secuencias de acción, explosiones, harta arte marcial y muchas muchas flaquitas chichonas de moral diluida enamoradas de cuates como Roland Barthes o Ferdinand de Saussure... batidillo histórico pues.
Un punto que acentúan hasta el cansancio es que si la película tiende un poco hacia el soft-porno ellos no ven mayor problema, de hecho lo recomiendan: Mientras mas explícito el sexo mejor, dicen ellos. Alegan algo acerca de que las nuevas generaciones cabezas huecas solo acogen las cosas cuando son abiertamente pornográficas, o si hay vampiros involucrados. De hecho una de las sugerencias es que Umberto Eco sea un chupasangre vegetariano enamorado de Julia Kristeva. 
También piden un Threesome entre nuestro protagonista Pierre Bourdieu, Louis Althusser y una chica por definir, el pretexto será tratar de explicarle a la mujer la diferencia entre Habitus y Campo.
π meets Bangbros con un poquito de Lock, Stock, and Two Smoking Barrels.
Todo suena maravilloso: Soft-porno-action-flick.... Ni siquiera cuestiono si soy el director ideal para dicho proyecto; yo como Raúl Ruiz, digo que si a todo siempre y cuando me den control total. Ya estoy pensando en las opciones de reparto y las agotadoras sesiones de casting para encontrar a las protagonistas femeninas. Pero aun no entiendo de donde va a sacar la UAM el dinero para financiar dicho proyecto. Digo, sólo la renta de una cámara Phantom asusta hasta a el más entusiasta de los productores.  Los funcionarios me dicen que a mi disposición están todos los recursos de los talleres de comunicación, sus 2 cámaras bolex, su moviola coja, y sus maravillosas islas de edición hi-8. La única demanda es que todo el personal, actores incluidos,  deben ser obligatoriamente egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Y afortunadamente, fue entonces cuando desperté.

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