This Must Be The Place

La película se siente un tanto torpe, confusa, poco eficaz. El trabajo de cámara no es narrativamente eficaz o suficientemente simbólico, por llamarle de alguna manera; cada encuadre no significa nada más que lo que pasa adentro de él. Mientras la ves, tratas de seguir la historia y encontrar algún sentido. Pero al mismo tiempo el trabajo de los actores te va llevando, conmoviendo, y pequeñas viñetitas del guión se van quedando adentro de la cabeza según avanza la cinta.
Cuando acaba no sabes bien si te gustó o no. Hay secuencias bellas y en general disfrutas la experiencia, pero no sabes a bien que acabas de ver. La voz en off del padre es gloriosa, como una cancion de Johnny Cash, pero en general no sabes bien que hacer con lo que acabas de ver. Luego, al día siguiente o mientras duermes, comienzas a recordar algunas escenas, unas pocas lineas de dialogo precisas, profundas, matizadas por los ojos expresivos de los actores y dices "eso estuvo padre", y luego viene a la mente esa secuencia en la que el escenario flota mientras David Byrne toca y piensas "eso también estuvo bueno"... igual que Kerry Condon, ella siempre está magnifica. Y la canción de los Talking Heads te da vueltas en la cabeza y la cantas camino a los pendientes del día.... como magia.
Que encanto tan grande tiene el cine, cuando una película es buena... te embruja.
Vean This Must Be The Place, vale muchísimo la pena. A los 10 minutos ya no te molesta Sean Penn, y el resto es puro gozo.



¿A poco no dices "Ay guey"?

Comentarios

Anónimo dijo…
Mi parte favorita es la del niño cantando

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