The Low Anthem

A pesar de los tumultos y los percances, me gustan las compras navideñas., denme un segundo para explicar el porqué: Detesto las multitudes y los apretones y los empujones, y todo el mundo invadido por esta road rage producto del transito decembrino, y todo este peregrinar de una tienda a otra para conseguir los regalos super específicos de mi cuñada Jessica y etc. Pero todos estos penares me dan la oportunidad de visitar Mixups que de otra forma jamas frecuentaría y eso hace que todo valga la pena, aunque a los 5 minutos me harte de la aglomeracion en la tienda y termine saliendome. Si soy paciente generalmente hay algun buen hallazgo en el mueble de los descuentos.
En esta ocasión me tocó ir como tres veces a Santa Fe, y en ese mixup me topé con esta joyita que ya tenia algo de tiempo buscando:



Que hermosura. The Low Anthem tienen una cosa conmovedora que me desarma. El disco se llama Oh My God, Charlie Darwin, y aunque el que yo en realidad buscaba era el Smart Flesh, este disco fue una bella sorpresa. Todo el álbum tiene una vibra relajada, nostálgica, praderesca. Hasta el pastito en la nariz sientes cuando lo escuchas con atención. Esta canción también es una cosa hermosa:



Busquen el disco y escúchenlo, les aseguro que se van a hacer fans. El Smart Flesh tabien está a todo dar, pero sobre ese no tengo historias navideñas de compra y desenfreno.
Por cierto, aprovechando este furor campirano, usé las vacaciones para dejarme una barba seria, severa, de gente grande, Aquí la foto:


Ni se emocionen que ya me la quité. Era una lata salir a correr con ella, y toda la gente me gritaba "Run Forrest, Run" pero estuvo bueno sentirse un ermitaño country por un par de días. En esta foto la pioja se ve muy amable, pero no se dejen engañar, tiene un gancho de derecha fulminante.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los hombres somos idiotas

Pues siempre no....