Los papás se mueren.

No hay manera dulce de decirlo, así que lo voy a soltar así nomas: Los Papás se mueren. Esa es la norma. Nos educan, se hacen o no pelotas para sacarnos adelante, tienen un par de aventuras post-paternidad, se hacen adictos a las telenovelas y si todo sale bien, a los hijos nos toca enterrarlos. La otra alternativa siempre es peor y casi impensable: Que sean los padres quienes entierren a los hijos.
Idealmente, deberíamos pensar en esto desde que tenemos lucidez, para estar preparados. Pero no lo hacemos. Como Patton Oswalt dijo alguna vez: Uno tiende a pensar que Su papá es Superman, hasta que descubre que en realidad es sólo un cuate que de vez en vez le gusta usar capa…
 La gachísima enfermedad de mi papá, y su consecuente muerte me dejó claro todo ese asunto y me dejo una interesante cantidad de reflexiones.
¿Hubiera sido mejor perderlo de manera súbita en un accidente? ¿O todo este calvario de impotencia que fue su convalecencia nos dio la posibilidad de irnos haciendo a la idea y nos otorgó alguna especie de conclusión o despedida?
Aun ahora no lo se. Lo que si puedo decir es que aun hoy, el olor a hospital me afecta mal plan.
Cuando mi hermano me llamó todo agobiado para avisarme que mi mamá se había caído y estaba gravemente lastimada me puso a pensar de nuevo en todo esto. 
Me tocó llevarla al hospital,  así que fuimos al Primero de Octubre, que es del ISSSTE, y era ahí donde quería que la atendieran. Ahí estábamos de nuevo, padeciendo la zozobra de la salud pública. Viendo de frente el México de verdad, y no ese que se atiende en clínicas privadas con doctores de apellido raro, y aun así se quejan de cualquier mamada.
Mi mamá y yo estamos en urgencias, viendo a un señor con la cabeza literalmente abierta, (se le ve el cráneo), y a su lado hay un señor con la cadera fracturada que padece de demencia, totalmente cagado, embarrando la mierda en la pared con sus manos… y hay epidemia de influenza...
30 camas, 90 pacientes admitidos, más los que se acumulen a lo largo de la noche. Ustedes hagan las cuentas, imaginen los pasillos, los baños, la atención.
Mi mamá tiene el brazo derecho completamente destruido, un corte considerable en la frente, golpes en la cadera y las costillas y el suero en la mano izquierda, así que básicamente no puede ni ir al baño por si sola. Hay que hacerlo… hay que ayudarle a todo.

En ese estado estuvo 5 días, acomodada en una silla de urgencias, (que porque no había quirófanos, les estaban cambiando el piso o algo así). Cuando finalmente la operaron para arreglarle el brazo, la movieron a una cama en otro edificio y ya todo fue más de humanos, por lo menos el piso del baño no estaba completamente meado, sólo algunas secciones.
Esos primeros 5 días fueron una pesadilla. Supongo que fue menos complicado que con mi papá. Porque con mi papá sabíamos que el cuate no iba a salir del hospital, sólo estábamos esperando a que se apagara leeeentamente la velita. Con mi mamá, hay una ruta de recuperación muy larga delante de nosotros, pero hay un pronostico mucho más alentador.
De momento, así quedó:


El doctor la acaba de revisar y dice que todo OK, a mi no me gusta el aspecto de una de las heridas, pero no soy doctor…
Yo se que toda esta postura de "Que duro fue para mí cuando mi mamá se enfermó" es muy egoísta y retrograda, pero la verdad es que cuando alguien de la familia se enferma, en realidad se enferman todos...
El único consejo que les puedo dar es el siguiente; convenzan a sus papás de que inviertan en un seguro de gastos médicos mayores, o si no, regalenselos ustedes con su primer sueldo, va a ser dinero bien gastado. 
Y estoy considerando seriamente ir con un Psiquiatra, los traumas se están acumulando….

Comentarios

Lamento leer esto. Te dejo un abrazo.
Unknown dijo…
Querido Juan,

Las reflexiones y la manera como lo escribes me calan. Y siiii, los papás se mueren.
Aunque haya mucho amor de los hijos a los papás; viceversa es mucho mayor.
Tienes la suerte de tener una mamá sumamente positiva, independiente con un corazón enorme que valora cada día que vive.
La situación infrahumana del hospital hay que publicarla, pues como le dijo tu mamá al médico que la atendió: "No le parece Dr. muy triste que casi a los 70 años, después de cotizar por más de 35 y siendo la primera vez que necesito de un servicio del ISSSTE, me tengan sentada en esta silla de metal por 5 días?
Y sí, estoy de acuerdo contigo, es sumamente importante tener un seguro de gastos médicos mayores.
Paty Fuentes
Mora Diez dijo…
Juanito!

A once años de haber pasado por situación similar a la de tu padre, con el mío, puedo decirte que:

A tu primera reflexión sobre..."¿Hubiera sido mejor perderlo de manera súbita.... o el calvario lento?"
Yo hace tiempo que tengo clara la respuesta.
Fue mucho mejor eso!
Fue invaluable (aunque el 20 cayó más de 5 años después) haberlo acompañado en su agonía, haberle limpiado el cuerpo, humectado los labios cuando ya no podía tomar agua.
Yo agradezco a la vida haber podido ser parte de esa etapa de mi padre (y de toda la familia, por supuesto) la más cercana a él en mis 23 años (entonces) de vida.

Porqué?
Porque recordé algo ancestral, que está en las células: Somos animales.
Somos animales que más allá de las posturas, de las fachadas, y del desarrollo intelectual que podamos tener, nos lamemos las heridas, nos alejamos (como podemos) para poder morir en paz.


Y de lo otro...
La miseria humana. La decadencia, lo desolador que es el servicio de salud pública también te cuento, que en el aniversario 8 de muerto mi padre, todo lo que quería hacer era sentirlo cerca, así que me fui para oncología en el Siglo XXI, me camuflagié de "familiar" y me escabullí, basada en mañas adquiridas durante las internaciones de mi padre, al área restringida de los enfermos de cáncer, me fui al ala de los hombres, con cara de hija triste, aunque en el fondo estaba muy emocionada, y llegué al último lugar donde mi padre pasó su vida, y pude llorar, de recuerdo, de amor, de desapego.

Creo que todo nos engrandece el alma si permitimos que eso pase.
Un abrazo suavecito a tu mami, que todavía no se va a morir. <3
Juan Evers dijo…
Panda:
Gracias por el abrazo.
Saludos

Tía:
Me acordé de ti mientras escribía esto.
Gracias

Morita:
Le haré llegar el abrazo suavecito a mi mamá,
gracias.
Pollo Rostizado dijo…
Mi estimado Evers.
Lei tu publicacion y duele saber las cosas por las que estas pasando.

ojala que tu mamá se recupere pronto y para ti un abrazo y a echarle ganas.

saludos
Juan Evers dijo…
Gracias don Pollo!

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