¿A quién le gusta que lo saquen de misa?

Tenía semanas queriendo probar el disparador remoto de mi cámara, pero entre pereza, negligencia y legitima falta de tiempo no había podido hacerlo: Cuando había algún huequito, terminaba auto-convenciéndome de que no era una buena idea, de que hacia mucho frío o de que los vecinos se iban a sacar de onda por "oír pasos en la azotea", literalmente.
Ayer en la noche finalmente me animé y subí para hacer algunas fotos. La noche estaba linda y sin luna. Caminé con cuidado entre los tendidos de las señales de cable, los tanques de gas y las jaulas de colgar, iluminando el camino con una pequeña y coquetona lamparita de LED
Caminaba como pollo espinado, esquivando los obstáculos y cargando la cámara, ya montada en el tripie para ahorrar tiempo. Seguía al pie de la letra los útiles consejos de los maestros de la universidad: "Primero pasa tú, luego carga la cámara, si no, se caen los dos". Todo fue placido y sin incidentes... hasta que luego dejó de ser así.
La cámara estaba en posición, fotografiando en bulbo, Yo estoy atento al tiempo de exposición y asegurándome de que todo el asunto esté en foco. La puerta de la azotea se abre de súbito, hay pasos ansiosos y respiraciones agitadas de varias personas. Se oye un walkie talkie, y luego siento el lamparazo que le avientan a los amantes desenfrenados, que aprovechan el rincón oscuro para echar pasión quinceañeril. Veo al portero de mi edificio, Don Pepe, elegantemente vestido, e increíblemente agitado, tratando de recuperar el aliento. Con él viene un policía, lampara en una mano, pistola en la otra, onda CSI. Los saludos cordialmente, en la absoluta tranquilidad del que no sospecha nada:
- ¡Don Pepe! ¿por qué tan agitado?
- ¡Joven! 
El policía gruñe ligeramente y guarda su pistola, se da la media vuelta.
-¡Que vieron a un hombre rondando en la azotea!
- ¡No me diga!... Pues yo no he visto a nadie... y ya tengo como una hora aquí.
- ¡Ay joven! avíseme si va a estar acá arriba...
- Pues antes de subir lo pasé a buscar, pero no estaba, supongo que andaba en misa... ¿A poco se asustaron los vecinos?
- Pues me sacaron de misa joven, usted dirá...
- ¿Y le llamó a la patrulla? no la amuele Don Pepe.... que pena caray, yo aquí desperdiciando el tiempo de los uniformados, seguro los distraje de estar tarugueando con su celular... que pena...
En eso llega la pioja a la azotea, toda asustada al oír la patrulla y a los policías subiendo a toda maquina las escaleras del edificio.
- ¿Qué pasó?
- Nada, que yo creo que la vecina de abajo pensó que había un sátiro violador rondando la azotea y  desde hace rato me ha estado haciendo señales con las cortinas, y hasta dejó abierta la puerta de su casa, pero le llamó a la patrulla para que sociedad no la critique.. cada quien...
- ¡Tarugo!

Luego de un rato de incomodidades, todos se fueron y finalmente me dejaron terminar de sacar mis fotitos. La pila de la cámara se acabó y ya me dio flojera bajar por otra, así que recogí mi triquero y me fui a guardar a mi casa.
Ahora que lo pienso, pues si veo a un fulano en la azotea de mi casa paseándose con una cámara, pues también me sacaría de onda... no le gritaría "¡¡¡¡Violador!!!!" pero supongo que si le pediría que no me fotografiara en la ducha. La cosa es ¿pues quién diablos más puede andar en la azotea que no sea un inquilino del edificio?. No hay otra azotea colindante o escalera de incendio. La única vía de acceso es una puerta en el último piso para la que necesitas llave... así que... que jalada... señoras ya dejen de estar viendo "Lo que callamos las mujeres" o "Invasión Extraterrestre"... neto...
Don Pepe no me dijo quien dio el pitazo a la patrulla, por mas que le insistí en que soltara la sopa. Yo sólo quería saber para pedir una disculpa por el susto; estaba legítimamente apenado. Pero ya no pasó. Don Pepe se rige por esa máxima de "se dice el pecado, no el pecador"... ¿ya les dije que estaba en misa a las 10 de la noche? seguro era misa de gallo... de echar gallo...
Estas fueron las fotitos que me dio tiempo de sacar...





Le hubiera sacado foto al poli para que hubiera evidencia: realmente llegó con fusca y linterna en mano... que cosas...
Ah y si, Don Pepe me dice "Joven"...

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