Vestiges

Hace poco me hice el firme propósito de comprar menos discos.

Orgullosamente, durante 36 horas lo conseguí...

Luego decidí celebrarlo yendo a comprar discos.

Tengo la certeza de que en algún punto los discos como objeto van a desaparecer, así que no puedo entretenerme en abstinencias inutiles, ya suficiente tengo con no poder beber Coca-Cola asi que háganse pa´a tras todos.

Una de las bellezas que compré en este mes es el disco solista del vocalista de los Real Estate: Martin Courtney. 

Ni siquiera tenía idea de que el fulano había grabado disco, mucho menos que lo hubiera editado con un sello tan importante como Domino. Supongo que pasó en mis 36 horas de abstinencia, pero gracias a KCRW logré enterarme: una pieza bella empezó a sonar en el programa de Jason Bentley y lo primero que pensé fue: "chale, estos trinches mocosos ya se van a comenzar a robar el sonido de Real Estate, que a su vez se robaron el sonido de R.E.M. que a su vez le robaron a hartas bandas, pero bueno... El caso es que esta es la canción que escuché:

Música para un verano hermoso, letra para un incurable otoño. Es una belleza: desde el tempo relajado, la guitarra intrincada pero sin prisa, los coritos sesenteros, la voz doblada del tipo y las cuerdas al fondo como la sombra en una foto oscura, mitad espectro, mitad fuera de foco.
Me volvió loco. Obvio, compré el disco sin oír nada más. Se llama Many Moons.
De entrada, las 10 canciones  se sienten como temas que Real Estate decidió no grabar.  Todas son medio lentas y no hay coros pegajosos. Pero ya que escuchas con cuidado, cada canción tiene algo en común: algo innegablemente nostálgico, melancólico, personal. Estas canciones son importantes para Martin Courtney, es evidente.   Hay algo perdido, algo que se extraña, algo que no va a regresar y la sensación de no querer ser olvidado.
Es un debut mágico.
Por el poder de blogspot, Many Moons de Martin Courtney, disco de la semana.