La Normalidad





Los hombros caídos, el rostro sin expresión, los ojos extraviados en la pantalla del celular y los audífonos sembrados en lo más profundo del oido. El cabello aun húmedo por la ducha matutina y el paso apresurado para llegar a tiempo a checar tarjeta. 
Hay escombros y cinta amarilla asomándose en casi todas las esquinas y el hueco de la almas que se escaparon aun se siente. Hay grietas que el yeso no puede cubrir. 
Pero hay que volver a "la normalidad". El dinero no se hace solo. Es hora de volver a vender rimel, tecito de lavanda con azahar y concealing cream entre fantasmas y escombros.
La normalidad... suena a fantasía.
Así que regreso a mi blogcito para compartirles una cosa hermosísima:



Esta fue la primera canción que escuché de Phoebe Bridgers, me la recomendó Ethan Grushka, que es el co-productor de su album debut junto con el gigante Tony Berg. El disco es sutil en su instrumentación pero lleno de emoción, las letras inteligentes y con una narrativa impecable. Es todo lo que uno puede esperar de un artista nuevo: Hay lagrimas y señales de humo, charlas de cocina sobre asesinos seriales y mal amores bien logrados. Es mi disco favorito de este año. Y una de esas indispensables obras de arte que no te invitan a ignorar tu mortalidad sino a abrazarla y recibirla como parte del chou.
Y así es como volvemos a la normalidad.
Por el poder de blogspot, Stranger in the Alps de Phoebe Bridgers discotote de la semana.



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