Día 20
Hasta el día de hoy, jamás me habían dicho que soy demasiado poético. ¡Que diablos!! Nunca había yo considerado siquiera la opción de ser “remotamente figurativo”. Pero así fue. Las altas esferas del poder Totalmente Palacio™ han decretado que mi prosa es too arty y demasiado metafórica para vender cocinas, pisos de linóleo y cognacs de $640,000.
“Incluir la palabra anhelo en una carta corporativa tal vez es un exceso”, me dijeron.
Aun no se si sentirme confundido o halagado.
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