De discos y sueños
Tuve este sueño horrible en el que entraba a un mixup y resultaba que yo aun trabajaba ahi, o habia vuelto a trabajar, no entendi bien, el chiste era que yo entraba muy decidido a revisar el mueble de descuentos y mi ex-jefe me paraba en seco para instantáneamente regañarme por llegar tarde. Lo curioso era que yo sin dudar aceptaba que eso era correcto sin siquiera cuestionármelo o recordar haber pedido el trabajo de vuelta. Se lo atribuía seguramente a que últimamente he tenido un severo caso de sonambulismo y despierto sin recordar haber hecho cosas que resulta que si hice. Total que yo era empleado de mixup otra vez.
En el sueño, en cuanto me hacia a la idea de que trabajaba de nuevo en ese lugar, Todo el decorado y la distribución de la tienda cambiaba ante mis ojos, onda Inception, a como era en los noventas. El color de las paredes, los muebles, los listening stations, inclusive el viejo piso de jazz aparecía de la nada. Los empleados también cambiaban y ahora eran todas las personas con las que trabajaba antes, solo que ahora todos eran viejos, o bueno, no viejos, sino de nuestra edad actual, (en sus treintas o cuarentas todos).
La cosa se complicaba, porque resulta que yo en ese mismo momento tenia el funeral de mi padre y no podía quedarme a trabajar asi que sin más se lo explicaba al jefe, el cual entendia todo perfectamente.
Salía de la tienda e iba al funeral, que era esta rara reunión que no se sentía pesada ni triste... era como sentarse a ver un partido de americano acompañado de amigos, era padre... ojalá así sea mi funeral.
Todo acababa mas o menos rápido, me daban de nuevo la urna con las cenizas calientitas de mi papá, y yo decidía regresar al mixup, ya que todavía era de día, ya saben, la maldición del empleado dedicado.
Al cruzar de nuevo la puerta de la tienda otro jefe me empezaba a regañar sin aviso alguno por llegar tarde... de nuevo. Yo aun en mi atuendo de funeral y cargando la urna con cenizas pensaba. "¿en serio? ¿neto que quieres seguir trabajando aquí?, lo odiabas cuando lo hacías antes, ¿qué te hace pensar que lo vas a disfrutar ahora?, con todas las cosas que ahora sabes hacer ¿te la vas a pasar 12 horas al día pegando etiquetitas en discos de música en francés e italiano?, (porque era un hecho que esa era la música que me iba a tocar organizar)".
Mi jefe no paraba de echarme un sermón acerca de mejorar la tienda e incrementar la calidad del servicio, y bla bla bla, mientras yo me decía "¿neto? ¿casi 20 años y esta señora no se enteró que yo ya no trabajo aquí?" . Pero yo no le decía nada, me limitaba a recibir mi regaño en silencio, esperando ese satisfactorio momento en el que alguien más le hace ver a tu jefe que esta equivocado, la humillación laboral en sentido contrario. El jefe de la mañana se acerca al jefe de la tarde y le señala su cagada: Que yo estoy regresando a trabajar inmediatamente después del funeral de mi padre y en realidad ni siquiera debería estar en la tienda. Oh dulce dulce humillación ajena. Estoy tentado a regresarles su camisetita y su gafete y decirles que sólo estoy en la tienda como cliente y que en realidad ni en drogas podría regresar a ese trabajo. Pero luego pienso en el descuento de empleado del 25% y me aguanto. Quiero renunciar pero siento que necesito el dinero y la cosa no esta ahorita como para estar rechazando oportunidades, así que me quedo parado a media tienda sin saber que hacer.
Comentarios
CARAJO